Una miradita a décimo grado
Click here to read this article in English >
En estos días estuve visitando la casa donde me crié y me dio algo de sentimiento al ver varias de las pinturas que hice cuando estaba en la escuela superior; algunas de ellas siguen rondando las paredes de la casa. Las mismas mostraban las huellas del tiempo con algunos rayasos, el polvo y alguna polilla en aquella madera de “masonite” que usábamos en la escuela. Vi uno donde mi viejo amigo Abner me hizo el favor de posar para una de esas pinturas. De igual manera me encontré con otra en la cual Bethzaida, que tomaba clases de arte también conmigo, había posado para ayudarme en aquel cuadro. Otras me dieron trabajo recordar el momento en que hice esas pinturas, pero el punto es que me sentí algo nostálgico pensando en la gran suerte que he tenido siempre de contar con gente buena a mi lado que desinteresadamente me han apoyado y ayudado. Recuerdo también al maestro de pintura, el Sr. Gabriel Cruz, que con sus exigencias logró que encontrara mi camino en las artes.
Así que hoy les comparto un par de cuadros de cuando estaba en décimo y otra de undécimo grado. Después de esto y viendo que ya estamos todos más “maduritos” es importante aprovechar estas líneas para dar gracias a todos esos amigos, familiares y maestros que me han soportado y apoyado en este andar. Si sigo con tanta suerte y bendición será inevitable que los próximos años de esta aventura sean iguales o mejor.
Más adelante, en el próximo “post” les compartiré la pintura que hice de Abner y la de Bethzaida que fue en 11mo. y 12mo. grado. Será chévere saber qué opinas de estos cuadros “viejitos”.
-Pablo Montes
A peek at tenth grade
These days I was visiting the house where I grew up and gave me some sentiment to see some of the paintings I did when I was in high school; some of them are still hanging on the walls of the house. They showed the traces of time with some scratches, dust, and some wood moth from the masonite wood we used at school. I saw one where my old friend Abner did me the favor to pose for one of those paintings. Similarly, I found one in which Bethzaida, which also took art classes with me, had posed to help me in that picture. There were others that I had a hard time to remember when I did these paintings, but the point is that I felt a little nostalgic thinking about the good fortune I’ve had to have good people next to me that supported and helped selflessly. I also remember the painting teacher, Mr. Gabriel Cruz, who with his demands guides me to find my way in the arts.
So today I share a couple of pictures from when I was in tenth and eleventh grade. After this and seeing that we’re all more mature it is important to take this opportunity to thank all those friends, family, and teachers who have supported me in this walk. If I continue to be so lucky and blessed, it is inevitable that the coming years of this adventure will be equal or better.
In my next post, I will share another two paintings I did of Abner and Bethzaida when I was in 11th and 12th grade, that is 1981-82. It will be good to know what you think of these high school paintings.
-Pablo Montes
