¿Qué pasa si… ? | What if…?
“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”,
– Buda
Pensar y concentrarse en nuevas ideas se ha convertido en una odisea en estos tiempos tumultos. Muchos artistas estamos ante la disyuntiva de expresar nuestra opinión personal a los acontecimientos que afectan a nuestro país y al mundo, o ignorar intencionalmente lo que está pasando y convertir el arte en un refugio de la turbulencia que nos rodea.
En mi caso, siento que un lado de mi mente me está diciendo que me envuelva en estos temas sociales que nos afectan. Existe una variedad de temas fértiles para desarrollar. Por ejemplo, si me pusiera a conceptualizar sobre la mentira, los egos o la hipocresía a los que estamos expuestos diariamente en los medios sociales, la televisión y la radio, pudiera estar décadas pintando y sacándome del pecho lo que pienso sobre esos asuntos.
Por otro lado, el otro lado de mi mente me llama a explorar cosas más sutiles, y en lugar de dar una opinión, la sustituya por preguntas. Me siento motivado a profundizar e indagar sobre mis conversaciones entre los dos lados de mi mente, ponerle cara a lo que no entiendo, color a lo que es invisible y texturas a lo que no es tangible. Siento que son conceptos fascinantes en los que me gusta pasar horas y donde la pregunta más frecuente es: ¿Qué tal si…?
Por ahora, estoy enfocado en lo que me dicta el lado número dos de mi mente. La importancia de lo que me dicta el lado número uno es que evita que nunca llegue a ser indiferente a las penurias o alegrías de mi país ni del mundo del cual soy parte.
La obra que aparece arriba es una acuarela reciente, llamada “Personalidades Múltiples”.
What if…?
“Your worst enemy cannot harm you
As much as your own thoughts”
– Buddha
Thinking and concentrating on new ideas have become an odyssey in such tumultuous times. Many artists face the dilemma of expressing personal comments to current events affecting our country and the world, or intentionally ignoring what is happening and allow art to become a refuge from the turbulence that surrounds us.
In my case, I feel one side of my mind telling me to get involved in these social issues affecting us. There are a variety of themes to develop. For example, if I think about the lies, the egos or the hypocrisy we are exposed to daily from social media, television, and radio, I could be painting for decades trying to get out of my chest my thoughts about these issues.
On the other hand, the other part of my mind calls me to explore more subtle things, and instead of giving an opinion I should replace it with questions. I feel motivated to deepen on and inquire about my conversations between the two sides of my mind, to put a face to what I don’t understand, to put color to what is invisible and textures to what is intangible. I feel these are fascinating things to spend hours and where the most frequent question will always be: What if…?
For now, I am more focused on what side number two of my mind dictates. The importance of what side number one tells me is that it won’t allow me to be indifferent to the hardships or joys of my country and the world.
The artwork here is a recent watercolor called “Multiple Personalities.
-Pablo Montes